Algunos me conocen como Ana, otros como maestra de yoga, otros como life-coach, para otras personas soy una acompañante de viaje de reconocimiento y reconexión consigo mismos, para algunos otros, soy la que hace temazcales, rituales, danzas, círculos, etc. Para otras personas soy una luz, para otros soy una “intensa”, algunos otros saben que tengo tres hijos maravillosos, muchos no saben que en realidad, he gestado 6 veces y 3 de esas veces, no llegaron esas almas a este plano; para una que otra persona soy un “monstruo” (no exagero, me lo han dicho) y la realidad es que SOY tantas cosas, y una persona distinta para cada quien.
Y en efecto, de todas las relaciones que tenemos, siempre hay proyecciones muy fuertes que hablan más de uno mismo que del que tenemos en frente…. todo es RELACIÓN!
Así que por todas mis relaciones, SOY Y ME TOMO COMPLETA, en mi luz y en mi oscuridad con responsabilidad y compasión. Y eso es justamente lo que hago. Acompaño a las personas a tomarse por completo, aquellas que quieren reconciliarse con todo lo que son y sienten, a reconectarse con su cuerpo, mente y alma, a entender y a vivir su espiritualidad, a gestionar sus emociones, a sanar sus historias y a integrarlas, a ponerse de acuerdo primero con ellas mismas para poder hacerlo mejor con los demás. Y así, tener una vida con mayor propósito, visión y significado. A ser agradecidos, por lo tanto, felices y a vivir con más paz en el corazón. Eso es una vida espiritualmente abundante. Es un placer trabajar con personas que están dispuestas a hacerlo diferente, a explorarse y a transformarse. Y así, prepararnos para un mejor trascender!!